miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sobre el Tratado de la Pintura de Leonardo Da Vinci







Por Mariana Docampo
Publicado en Ventizca, Septiembre 2009



“Una figura airada - dice Da Vinci- tendrá asida por los cabellos a otra, cuyo rostro estará contra la tierra, una rodilla sobre el costado del caído, y levantando en alto el brazo derecho con el puño cerrado”. La cita es del Tratado de la pintura, un libro que habla de la luz y del movimiento. En los textos que componen el tratado la mirada está fija en el momento inmediatamente anterior a cuando las pasiones se desatan. Y entonces quien contempla lo hace con serenidad, recibe los indicios materiales de lo que vendrá. Formas que anticipan la tormenta, ¿o es la detención del ojo sobre la tormenta ya desatada, su corte, la que analiza su forma? Da Vinci antepone la reflexión a la emoción, para esclarecerla, y así la herida sana cuando se abre y se adelanta el pensamiento como una lámpara, vierte el remedio, lleva lo humano a un sitio desapasionado. Porque quien mira lo hace sin intervenir, no entra en el cuerpo observado y lo hiere o manipula sino que precisa la mirada, la vuelve exhaustiva, como si buscara una clave de la emoción en su manifestación material. ¿Qué revela de la tristeza la visión del llanto? Leonardo dice: “la risa y el llanto se asemejan mucho en la configuración de la boca y mejillas, como también en lo cerrado de los ojos, y sólo se diferencian en las cejas y su intervalo”. Contiene el tratado las palabras anteriores a la forma y a los volúmenes que luego habitarán los cuadros, y dan una chance al poeta para observar el mundo interceptada la emoción, ubicada en una zona neutra que permite operar con libertad. Este movimiento hace que el artista no se aventure en el dolor, lo que lo haría sucumbir y perder la perspectiva necesaria para quien estudia el organismo de lo vivo. El tratado da una clave al poeta para la observación de lo que existe. ¿Cómo se debe pintar el viento? Dice: “Cuando se representan los soplos del viento, además del abatimiento de las ramas y el movimiento de las hojas hacia la parte del aire, se deben figurar también los remolinos del polvo sutil mezclado con el viento tempestuoso”. Y las preguntas: ¿Hay algo más allá de la forma? ¿Qué revelan la luz y el movimiento? ¿Es posible ubicar la herida lejos, para su análisis? ¿Es posible la mirada exacta? ¿Salva? “Cuando se ofrezca dibujar un desnudo, se hará siempre entero, y luego se concluirán los miembros y partes que mejor parezcan, y se irán acordando con el todo; pues de otra manera se formará el hábito de no unir bien entre sí todas las partes de un cuerpo”.

1 comentario:

  1. pero como se llama la pintura o lo qe sea eso...? no lo ubico

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