miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Qué es si no un trol?

“Me llaman trol,
Roedora de la Luna,
Gigante de los vendavales,
Maldición de las lluvias,
Compañera de la Sibila,
Arpía nocturna errante,
Tragona del pan celestial.
¿Qué es si no un trol?”

Según Wikipedia un trol (del nórdico troll) es “un temible miembro de una raza antropomorfa del folclore escandinavo. En los mitos, los trolles pueden ser desde gigantes diabólicos hasta taimados salvajes parecidos a hombres que viven blajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y al rapto de humanos”.
Ocasionalmente, robaban incluso un bebé recién nacido, y dejaban a su propio vástago, un (bort)byting (“niño cambiado”), en su lugar.

lunes, 17 de mayo de 2010

Yukio Mishima



Tuve que estudiar, de chica (porque fui guía exploradora argentina), la historia de Juana de Arco, virgen y mártir. La repetí muchas veces, de memoria, en voz alta. Y mucho después descubrí este texto de Mishima, en "Confesiones de una máscara". Lo transcribo:

"Hay otro recuerdo primerizo, referente a un libro con ilustraciones. Aprendí a leer y a escribir a los cinco años, y todavía no pude leer el texto de aquel libro, por lo que ese recuerdo seguramente se remonta también a mis cuatro años.

En aquel entonces tenía varios libros con ilustraciones, pero me encapriché, total y exclusivamente, por aquel libro y solo por aquel, y además a causa de una sola reveladora ilustración. Podía pasar tardes enteras, tardes aburridas, dedicado a contemplar aquella ilustración y a soñar, pero si alguien se acercaba al lugar en que yo me encontraba, me sentía culpable sin razón alguna y me apresuraba a pasar la pagina. La vigilancia de una enfermera o de una niñera me resultaba insoportable. Ansiaba gozar de una vida en la que pudiera contemplar aquella ilustración todo el día. Cuando abría el libro por aquella página, el corazón me latía más de prisa. Las restantes páginas nada significaban para mí.

La ilustración mostraba a un caballero en blanco corcel y con la espada en alto. El caballo, dilatados los ollares, golpeaba el suelo con sus poderosas patas delanteras. En la armadura del caballero había un hermoso escudo de armas. El caballero, de bello rostro, miraba por la celada y blandía la temible espada, recortada contra el cielo azul, enfrentándose con la Muerte o, por lo menos, con un objeto que le atacaba rebosante de maligno poderío. Estaba yo convencido de que aquel caballero moriría en el instante siguiente. Si volvía la página, le vería sin la menor duda en el instante de morir.

Antes de que se adquirieran los conocimientos precisos, no cabe duda alguna de que existe un recurso en cuyos méritos las ilustraciones de un libro pueden ser transformadas en lo que serán “en el instante siguiente”.

Pero un día mi institutriz abrió aquel libro precisamente por aquella página. Y, mientras yo dirigía una rápida mirada de soslayo a la ilustración, dijo:

— ¿Sabe el señorito la historia de este cuadro?
— No, no la sé.
— Parece un hombre, pero es una mujer. De veras. Se llama Juana de Arco. La historia dice que fue a la guerra vestida de hombre, y que así sirvió a su patria.
— ¿Una mujer?
— Me quedé de una pieza. La persona que yo creía era él, resultó ser ella. Si aquel hermoso caballero era una mujer, ¿no quedaba todo reducido a la nada? Incluso ahora siento repugnancia, profundamente arraigada y de difícil explicación, por las mujeres vestidas de hombres). Esa fue la primera “venganza de la realidad” que la vida me deparó, y me pareció una cruel venganza, que se cebaba de modo principal en las fantasías que acariciaba referentes a la muerte del caballero, de él. A partir de aquel día hice caso omiso del libro. Ni siquiera lo cogí. Años después descubriría la glorificación de la muerte de un bello varón en una poesía de Oscar Wilde:
Fair is the knight who lieth slain
A mid the rush and reed...*"
(*bello era el caballero que yacía muerto entre las canas y los juncos)

domingo, 16 de mayo de 2010

La vaca Pampa



Pampa es la primera vaca clonada en Argentina, nació el 6 de agosto de 2002. El objetivo de la clonación fue crear un "tambo farmacéutico" conocido como la Dinastía Pampa.

Bio Sidus S.A., empresa de biotecnología que llevó a cabo el emprendimiento, junto con investigadores del Conicet, la UBA y el INTA, explicó: "Para la gestación de Pampa se transfirió por fusión celular el núcleo de una célula de feto bovino de raza Jersey a un óvulo previamente desnucleado, generando de esta manera un ovocito activo capaz de dividirse en forma similar a lo que hubiera ocurrido por fecundación natural. El embrión obtenido in vitro fue implantado en el útero de una vaca adulta de raza Aberdeen Angus que cumplió el rol de madre sustituta durante 278 días de preñez hasta el alumbramiento de Pampa".

Con el nacimiento de Pampa, la Argentina se ubicó entre los nueve países del mundo que fueron capaces de clonar vacunos.

Actualmente hay varias vacas clon en el tambo farmacéutico (Clara, Dulce y Mansa, hermanas de Pampa, y portadoras de un gen humano), y un ternero clon llamado "Pampero".

Bio Sidus presentó en 2007 la Dinastía Patagonia: Las terneras Patagonia I, II, III y IV nacieron entre febrero y marzo de 2007. Son cuatro terneras de Raza Jersey que poseen en su material genético el gen del precursor de Insulina humana.

jueves, 13 de mayo de 2010

Inmanuel Swedenborg

Inmanuel Swedenborg, intérprete celestial de reinas y nobles. Dos fragmentos que corresponden a su encuentro con los espíritus y habitantes del planeta Júpiter, que vieron a través de sus ojos:

"He sido informado por los ángeles que la primera expresión en el habla de cada planeta se realiza a través de los gestos del rostro, y principalmente mediante los ojos y los labios. La razón de que esto sea así es que el rostro fue creado para representar aquello que el hombre piensa y desea. En consecuencia, se conoce al rostro también como el modelo e índice de la mente".

Y antes:

"Respecto a las caras de los hombres de nuestra Tierra, que vieron a través de mis ojos, dijeron que no eran hermosas y que la belleza que poseían se debía a la tersura de la piel, pero no a las fibras y músculos del interior del cuerpo. Se sorprendieron de ver que las caras de los hombres estaban cubiertas de verrugas y pústulas o desfiguradas de alguna otra manera, y dijeron que tales rostros no se ven jamás entre ellos. Sin embargo, encontraron algunas caras que les agradaron, tales las que sonreían y estaban alegres y las que ofrecían alguna ligera prominencia alrededor de los labios.
La razón de que les agradaran los rostros con ligeras protuberancias en la zona del rostro que corresponde a la boca, era a causa de que su forma de hablar estaba influida mayormente por el rostro, especialmente por la zona junto a los labios, y también debido a que nunca fingen, es decir, nunca hablan cosa que se aparte de su pensamiento, así es que no constriñen su rostro, sino que dan rienda suelta a su capacidad de expresión, pero esto no es lo mismo con los que desde la infancia han aprendido a fingir: el rostro de éstos está, en consecuencia, constreñido desde el interior, y también desde el exterior. Más bien está siempre presto a constreñirse o a relajarse, según dicte la malicia. La verdad de todo esto puede verse a través de una inspección de las fibras musculares de los labios y partes añejas, pues es inmenso el número de fibras que existen en esta zona del cuerpo, habiendo sido creadas no solo para la masticación y para expresar palabras, sino también para expresar las ideas de la mente".

Una vaca en La Pampa