martes, 16 de agosto de 2011

Cartas a André Gide de Marcel Proust. Por Vanesa Guerra





(Publicado en Tiempo Argentino, 24 de Julio del 2011)




"No hice más que hablarle de mí, y sin embargo no pienso más que en usted”. Cuando leí este libro, me enamoré de un amor que no era el mío. ¿Dónde nacen las pasiones? ¿Qué las empuja? Tomada por la letra de Proust, supe de un escritor que arrojó su obra al fondo de una ciénaga y también de otro que encadenó las manos a 100 cuadernos azules; aun reviví el dolor de mi padre, en esa quema de exilio de tantos libros amados. Infinitos son los rechazos del mundo, por ejemplo aquel de 1912 cuando Proust enviara a la N.R.F. el original de Por el camino de Swann y el frágil de Gide, tropezado en el prejuicio, denegara toda posibilidad. Obra muerta. Imposible, más tarde: Obra viva. En ese cruce nacido de avatares y mordazas se anudan estos hombres en puño y letra, se gozan en una pasión que como todas debió abrevar en desmentidas y silencios; pero sabemos que nunca se puede acallar lo que habla; de allí la fuerza, de allí estas cartas, de allí un recuerdo indeleble.